No exactamente una cita by Catherine Bybee

autor:Catherine Bybee
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico, Novela
publicado: 2016-03-07T23:00:00+00:00

Jack miró el reloj por tercera vez en quince minutos. Jessie había salido con aquel abogado. Brad Leland, para ser más exactos. Jack había revisado la lista de invitados de la gala benéfica y había encontrado solamente un Brad. Con una rápida búsqueda en internet obtuvo su nombre, el nombre de su bufete y alguna información sobre casos en los que había trabajado recientemente. Jack tenía la esperanza de encontrar algo turbio, pero no había nada. No estaba casado, sus enredos románticos, por el momento, eran privados. Jack encontró una antigua novia con la que Brad había estado comprometido. Había una nota sobre el compromiso en el archivo de un periódico, pero había sido hace casi dos años. Toda la información actual sobre Brad indicaba que era soltero. Como abogado corporativo, Brad tenía muchos clientes, y a juzgar por las fotos de su oficina, no andaba corto de efectivo.

Había incluso una foto del tipo en el sitio web del bufete de abogados en el que trabajaba. Soso y aburrido. A Jack no le entraba en la cabeza que Jessie pudiera encontrarlo remotamente atractivo.

Aun así, el aburrido Brad tenía una cita con Jessie y Jack estaba en la suite, comiéndose las uñas. Tendría que esperar hasta el martes, cuando Jessie volviera al trabajo, para averiguar cómo había ido la cita. A menos que quisiera dar la imagen de un amante celoso, despechado.

No importaba cuántos sueños eróticos había tenido desde que conoció a Jessie, no podía llamarse a sí mismo su amante. Todavía no. Jack se dirigió hacia el mueble bar, con la intención de servirse un trago largo y fuerte, cuando sonó su teléfono. Estaba en el bolsillo de su traje, colocado en el respaldo de una silla.

El número de la casa de Jessie apareció en el identificador de llamadas. Tal vez no había acudido a la cita, después de todo. Sus labios formaron una sonrisa.

—¿Hola? —dijo al contestar, tratando de sonar aburrido.

—¿Jack? ¿Eres tú?

No era Jessie.

—Sí. ¿Quién eres?

—Mónica, la hermana de Jessie.

La alarma en su voz sacó a Jack de su pose de aburrimiento.

—Espero que no te moleste que te haya llamado.

—¿Jessie está bien? ¿Y Danny?

—Están bien. Siento haberte preocupado. Jessie ha salido con ese tipo, el de la fiesta.

Como si Jack necesitara que se lo recordara.

—Y Danny está aquí. Es que…, eh…, Danny sugirió que te llamara. —Mónica estaba preocupada por algo.

—¿Qué es lo que sucede, Mónica?

—Estoy en el apartamento con una amiga, estudiando. Mi amiga, Lynn ha recibido una llamada hace unos minutos…, su madre ha tenido un accidente. Lynn está muy nerviosa, no está en condiciones de conducir. Tengo que llevarla al Pomona Valley, pero estoy cuidando de Danny. Lo llevaría conmigo, pero la sala de emergencias está llena de todo tipo de personas y enfermedades.

—¿Has llamado a Jessie para decirle que vuelva a casa?

—Se ha dejado su teléfono en otro bolso sin querer. La he llamado y lo he oído sonar en su dormitorio.

Jack entró en su dormitorio y descolgó una chaqueta de su percha.

—¿Quieres que

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